lunes, 27 de octubre de 2014

Reeligen en Brasil a Dilma Rousseff

La progresista Dilma Rousseff logra la reelección como presidenta de Brasil al vencer en segunda vuelta al conservador, Aéció Neves. La mandataria obtuvo el 51,64% de los votos según los resultados oficiales, frente al 48,36% del candidato del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB). 

Rousseff consiguió apenas tres millones de votos más que Neves, una diferencia insignificante en un país de 200 millones de habitantes, y gobernará hasta el 2018, encadenando cuatro mandatos del Partido de los Trabajadores (PT), contando los dos de Luiz Inácio Lula da Silva, que asumió el poder en el 2003. Serán dieciséis años de gobiernos centroizquierdistas, una secuencia que Neves ha estado cerca de evitar, pues ha sido la contienda más reñida de los últimos 25 años en Brasil, como demuestran los ajustados resultados. 

Con un discurso en Brasilia, Rousseff celebró la victoria al lado de Lula y rodeada de los presidentes de los nueve partidos de la coalición ganadora. Lo primero que hizo fue agradecer el apoyo y el papel histórico de su predecesor. Entonces, Lula se acercó, abrazó y besó efusivamente a la mandataria entre la euforia de sus seguidores, que no tardaron en corear: "¡Corazón valiente!", uno de los lemas con que se ha identificado a la candidata durante la campaña. 

La presidenta reelecta se comprometió a "hacer los grandes cambios que la sociedad brasileña exige", empezando por la reclamada y postergada reforma política. Rousseff emplazó al fraccionado parlamento a legislar la reforma y someterla al prometido plebiscito. Además, ratificó que la lucha contra la corrupción estará entre sus prioridades, así como lograr la estabilidad económica y controlar la inflación. 

Por otra parte, la mandataria descartó la idea de que "estas elecciones hayan dividido al país por la mitad" y realizó un llamamiento a "unirnos a favor del futuro de nuestra patria, de nuestro país y de nuestro pueblo". 

Neves reconoció rápidamente la derrota. El senador dijo en Belo Horizonte, ante sus seguidores, que acababa de telefonear a Rousseff para desearle "suerte" y expresarle que ahora "la mayor de todas las prioridades debe ser unir a Brasil en torno de un proyecto honrado que dignifique a todos los brasileños"