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El Economista.es .- No ha llegado con buen pie. Chicharito Hernández fue ayer presentado en el Santiago Bernabéu como una suerte de fichaje furtivo. Adquirido (o mejor dicho, acogido en calidad de cedido) a última hora, el delantero mexicano no ha sentado demasiado bien a una afición blanca obsesionada con la adquisición de Radamel Falcao.
El colombiano era el anhelado por todos, pero finalmente llegó una alternativa que la mayoría en la capital ve como un parche a la delantera, una forma de aplacar los ánimos de Ancelotti y cubrir la vacante del '9' reserva mientras la medular blanca se desangra, tal y como se pudo ver frente a la Real Sociedad.
El inicio, es evidente, no ha sido el mejor. Pero eso no le importa demasiado al protagonista de todos los focos. Chicharito no ha llegado a Madrid como una comparsa. Es su amenaza a Carlo Ancelotti y a su máximo rival por el puesto. Quiere ser titular. Quiere comerse a Benzema y ganarse la opción de compra de 22 millones de euros que tiene el club merengue a final de curso. Ya lo dijo en su presentación.
"Nunca trabajé para estar en el banquillo", comentó. Una opción, la de ser titular, que a bote pronto podría convertirse en realidad ante la revolución que prepara Ancelotti. El italiano quiere mutar la alineación y podría hacerlo tocando algunos puestos claves.
El de delantero centro podría ser uno de ellos teniendo en cuenta que en las próximas dos semanas el mexicano estará en Valdebebas ejercitándose bajo la atenta mirada del preparador mientras que Benzema estará con su selección.
Cierto es que el próximo rival de los blancos es el Atlético, pero no menos cierto es que Benzema anda algo desconectado en el inicio de curso con un solo gol en lo que llevamos de temporada y pretemporada.
La titularidad de Chicharito podría hacer espabilar al francés y despertarle de su letargo al tiempo que mandaría un mensaje de confianza al ariete que él mismo pidió. Una confianza que el delantero centroamericano quiere ganarse día a día aunque ello suponga dejar en el camino a uno de los mejores de la plantilla y ojo derecho del presidente blanco, Florentino Pérez.